La incertidumbre sobre el próximo ciclo presidencial golpea tanto a la derecha como a la izquierda chilena, reflejando preocupación por la falta de acuerdos en torno a candidaturas únicas. Desde el Socialismo Democrático, el senador José Miguel Insulza advirtió que «llevar varios candidatos augura una derrota» en las primarias. Paralelamente, en la derecha, el presidente de la UDI reconoció: «Esta elección perfectamente la podemos perder» si no se logran consensos amplios.
Insulza criticó la proliferación de postulaciones en su sector, subrayando que «los errores de dispersión se pagan muy caro», especialmente en un contexto de desafección política. Mientras tanto, el líder gremialista lamentó la reciente primaria fallida, advirtiendo que la división interna puede favorecer a sus adversarios. Ambos coinciden en que la atomización de nombres debilita las opciones de llegar con fuerza a la primera vuelta presidencial.
Esta visión compartida por figuras clave de ambos bloques deja en evidencia la fragilidad de las estrategias partidarias actuales. La falta de unidad tanto en la izquierda como en la derecha se perfila como el mayor obstáculo para sus respectivas aspiraciones presidenciales. De no corregirse a tiempo, los analistas prevén que podría abrir paso a sorpresas electorales en 2025. La presión interna para construir acuerdos será crítica en los próximos meses.