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Un reciente estudio internacional ubicó a Chile entre los países más caros para vivir en América Latina y el mundo, generando preocupación en distintos sectores. El informe destaca que el costo de vida ha aumentado en servicios básicos, vivienda y alimentación, afectando especialmente a la clase media. «El poder adquisitivo de los hogares se ha visto gravemente resentido», señalaron desde la entidad que elaboró el ranking. Este fenómeno se acentúa en grandes ciudades como Santiago y Antofagasta.
Según los datos, Chile supera a varios de sus vecinos en precios de consumo y arriendo de viviendas, situándose al nivel de economías desarrolladas en algunas áreas. «La percepción de carestía en bienes esenciales es una realidad cotidiana para miles de chilenos», agregó el informe. Especialistas atribuyen esta situación a una combinación de inflación persistente, concentración económica y bajos ajustes salariales. La brecha de acceso a servicios básicos se ha profundizado.
Organizaciones sociales y economistas llamaron a implementar políticas públicas urgentes que frenen esta tendencia. La necesidad de controlar la inflación y garantizar acceso a bienes esenciales se vuelve cada vez más apremiante, advirtieron. La situación, aseguran, podría tener consecuencias sociales profundas si no se toman medidas. Mientras tanto, las familias continúan ajustando sus presupuestos frente a precios que no dan tregua.
