En el escaparate televisivo de «Amor a Ciegas», Pía Retamales, de 22 años, se convirtió en blanco de la crítica tras una cita que desató un huracán de opiniones en redes sociales. Su humor sin filtros y sus preguntas directas a su acompañante fueron el detonante de la controversia.
Ante la ola de cuestionamientos, Retamales alzó la voz, revelando la trastienda de la edición televisiva. «Dentro del contrato que firmé, acepté que ellos (CHV) trabajaran mi imagen como ellos quisieran. En simples palabras, ellos pueden editar todo como se les dé la gana. Si quieren dejarme como la peor persona del mundo, pueden hacerlo. Y yo no esperaba que pasara, pero pasó», confesó, exponiendo la maleabilidad de la imagen en la pantalla chica.
Con la honestidad como escudo, Retamales desveló la brújula que guio su paso por el programa: una búsqueda de experiencias inéditas, despojada de la ilusión romántica. Su meta, según confesó, no era tejer lazos amorosos ante las cámaras, sino sumergirse en un formato desconocido y vivir una aventura fuera de su cotidianidad.