La candidata presidencial, Evelyn Matthei, desató una nueva polémica al justificar las muertes ocurridas durante la dictadura militar, señalando que eran «inevitables» y necesarias para evitar que Chile terminara «derechito a Cuba».
Estas declaraciones no pasaron desapercibidas, generando respuestas dispares dentro de la derecha, particularmente de José Antonio Kast y Johannes Kaiser.
Kast optó por desmarcarse de cualquier controversia, reafirmando la postura republicana: «nuestra posición sobre lo que ocurrió hace cincuenta años es clara y conocida, y no cambia según las encuestas o la ansiedad electoral». También destacó que «no vamos a desviarnos del camino ni a perder tiempo en discusiones que no ofrecen soluciones a los problemas que los chilenos tienen hoy».
Por su parte, Kaiser fue mucho más crítico con las declaraciones de Matthei, sugiriendo que sus comentarios respondían a razones políticas «está cambiando de opinión a una velocidad… parece que tiene algo que ver con su cifra en la encuesta». Además, recordó que en ocasiones anteriores Matthei había sostenido una postura contraria, afirmando que las violaciones a los derechos humanos nunca son justificables, especialmente durante la conmemoración de los 40 años del golpe.