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En un operativo antidrogas en Lurín, al sur de Lima, la Policía Nacional del Perú (PNP) recurrió a una táctica inusual: un agente se disfrazó de capibara para sorprender a un presunto microtraficante. Aprovechando la celebración del Día de San Valentín, los oficiales simularon la entrega de un regalo, lo que llevó al sospechoso a abrir la puerta de su domicilio. Gracias a esta estrategia, lograron ingresar y arrestarlo.
Durante la intervención, se incautaron 1.774 envoltorios de pasta básica de cocaína y 420 gramos de marihuana. Esta no es la primera vez que la PNP emplea métodos creativos en sus operativos. En diciembre de 2024, un policía vestido de “Grinch” ayudó a desmantelar una banda de microtraficantes en el balneario de San Bartolo.
El uso de disfraces en operativos policiales permite a los agentes mimetizarse en fechas festivas para sorprender a los delincuentes. Estas estrategias han resultado efectivas para capturar criminales y generar impacto mediático, destacando el ingenio de la PNP en la lucha contra el crimen.
